La agencia de autocuidado es la compleja capacidad adquirida de satisfacer los
requerimientos continuos de cuidado de uno mismo que regulan los procesos
vitales, mantienen o promueven la integridad de la estructura y el
funcionamiento y desarrollo humanos, y promueven el bienestar.
La agencia
de autocuidado de los individuos varía dentro de una gama con respecto a su
desarrollo desde la infancia hasta la ancianidad. Varía con el estado de salud,
con factores influidos por la educación y con las experiencias vitales en la
medida en que permiten el aprendizaje, la exposición a influencias culturales y
el uso de recursos en la vida diaria.
La agencia
de autocuidado de los individuos está condicionada por factores que afectan a
su desarrollo y operatividad. Su adecuación se mide por comparación con las partes componentes de la demanda de
autocuidado.
Orem usa la
palabra agente para referirse a la persona que realmente proporciona los cuidados
o realiza alguna acción específica.
Cuando los
individuos realizan su propio cuidado se les considera agentes
de autocuidado.
Orem
reconoce que hay situaciones en que las personas cuidan unas de otras sin que
esto implique directamente cuidados de enfermería y se denomina agencia de cuidado dependiente. Es la capacidad de algunas
personas maduras de reconocer que otras tienen requisitos de autocuidado a los
que no pueden responder por sí mismos, y satisfacerlos total o parcialmente.
Orem
describe al individuo que proporciona cuidados a otros para satisfacer sus
necesidades de autocuidado como agente de cuidado
dependiente.
La agencia de enfermería se usa en las situaciones en
que la enfermera proporciona los cuidados.
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